
La mayoría de las estrellas
con más de la mitad de la masa de nuestro Sol forman grupos, llamados cúmulos
abiertos. Estos cúmulos son los bloques de formación de las galaxias y
resultan vitales para la formación y evolución de galaxias como la nuestra. Sin
embargo, los cúmulos estelares se forman en regiones con mucho polvo, que
absorben la mayor parte de la luz visible que emiten las estrellas jóvenes, ocultándolas
por completo a la mayoría de los rastreos del cielo. Pero no para el
telescopio infrarrojo VISTA.
«Con el fin de rastrear la
formación de los cúmulos estelares más jovenes, hemos concentrado nuestra
búsqueda hacia zonas donde se conoce que hay formación de estrellas. En las
regiones que parecían vacías en los anteriores sondeos de luz visible, los
detectores infrarrojo de VISTA han descubierto muchos objetos nuevos», explica
Dante Minniti, responsable del programa.
Mediante el uso de software
altamente especializado, el equipo fue capaz de eliminar las estrellas en
primer plano que aparecen al frente de cada cúmulo con el fin de contar los
verdaderos miembros del mismo. Posteriormente, se hizo una inspección visual de
las imágenes para medir el tamaño de los cúmulos, y para los grupos más
poblados se hicieron otras mediciones, como la distancia, la edad y la cantidad
de enrojecimiento de la luz de las estrellas causada por el polvo interestelar
entre ellos y nosotros.
Entre diez y veinte
estrellas
«Hemos encontrado que la
mayoría de los cúmulos son muy pequeños y solo tienen entre 10 y 20 estrellas.
En comparación con los típicos cúmulos abiertos - se trata de objetos muy
débiles y compactos - el polvo frente a los cúmulos los hace parecer de 10.000 a 100 millones de
veces más débiles en luz visible. No es de extrañar que estuvieran ocultos»,
explica Radostin Kurtev, otro miembro del equipo.
Desde la antigüedad sólo
2.500 cúmulos abiertos se han encontrado en la Vía Láctea , pero los
astrónomos estiman que podría haber hasta 30.000 ocultos todavía detrás del
polvo y gas. Mientras que los cúmulos abiertos brillantes y grandes son
fáciles de ver, ésta es la primera vez que tantos cúmulos débiles y pequeños se
han encontrado a la vez. Además, estos nuevos 96 cúmulos abiertos podrían ser
solo la punta del iceberg. "Estoy seguro que muy pronto vendrán muchos
más", añade Borissova.
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