La prolongada escasez de de cemento y cabillas mantiene estancado el sector de la construcción en la isla de Margarita, situación que se ha agravado en el segundo trimestre del año, de acuerdo con el balance presentado por Juan Carlos Meleán, presidente de la Cámara de la Construcción de Nueva Esparta.
Aseguró que de un consumo mensual de 90 toneladas de acero y sus derivados, se ha reducido al entre 10 y 12 toneladas, mientras que de un consumo de 450 mil sacos mensuales de cemento, ha caído a entre 45 y 50 mil pacas de ese material.
Asegura que lo más grave del asunto es que el precio del cemento regulado a 13 mil bolívares el gobierno lo elevó a 23 mil, y aún así la escasez sigue siendo crítica.
Denunció que existen roscas en el “mercado negro”, que venden el saco de cemento hasta en 60 bolívares lo que dispara el precio del metro cuadrado de la construcción o en el peor de los casos, paraliza los proyectos.
Precisó que actualmente sólo entre un 10 y 15% de los proyectos del sector privado, mantienen cierta actividad, lo que consideran muy grave debido a que eso produce pérdidas cuantiosas a los inversionistas e impide la culminación de obras.
Especulación
Meleán insistió en que la oferta actual de esos insumos esenciales para la construcción, no cubre la demanda y los pocos distribuidores que los tienen los comercializan a precios muy elevados.
Citó como ejemplo que el saco de cemento regulado a 23 bolívares lo comercializan entre 50 y 60 bolívares, en tanto que el kilo de acero cuyo precio fue fijado en cinco bolívares el kilo, lo venden entre 12 y 13 bolívares, lo que encarece el costo de las obras.
Destacó que en algunos casos, a las puertas de las empresas proveedoras se genera inestabilidad social, ya que la gente se agolpa y muchas veces se altera tratando de adquirir esos materiales para construir.
Por igual
El presidente de la Cámara de la Construcción aseveró que la escasez de cemento y cabillas, afecta por igual tanto al sector privado como al oficial, ya que no permite el avance de los planes gubernamentales como al Misión Vivienda.
Aseguró que de un consumo mensual de 90 toneladas de acero y sus derivados, se ha reducido al entre 10 y 12 toneladas, mientras que de un consumo de 450 mil sacos mensuales de cemento, ha caído a entre 45 y 50 mil pacas de ese material.
Asegura que lo más grave del asunto es que el precio del cemento regulado a 13 mil bolívares el gobierno lo elevó a 23 mil, y aún así la escasez sigue siendo crítica.
Denunció que existen roscas en el “mercado negro”, que venden el saco de cemento hasta en 60 bolívares lo que dispara el precio del metro cuadrado de la construcción o en el peor de los casos, paraliza los proyectos.
Precisó que actualmente sólo entre un 10 y 15% de los proyectos del sector privado, mantienen cierta actividad, lo que consideran muy grave debido a que eso produce pérdidas cuantiosas a los inversionistas e impide la culminación de obras.
Especulación
Meleán insistió en que la oferta actual de esos insumos esenciales para la construcción, no cubre la demanda y los pocos distribuidores que los tienen los comercializan a precios muy elevados.
Citó como ejemplo que el saco de cemento regulado a 23 bolívares lo comercializan entre 50 y 60 bolívares, en tanto que el kilo de acero cuyo precio fue fijado en cinco bolívares el kilo, lo venden entre 12 y 13 bolívares, lo que encarece el costo de las obras.
Destacó que en algunos casos, a las puertas de las empresas proveedoras se genera inestabilidad social, ya que la gente se agolpa y muchas veces se altera tratando de adquirir esos materiales para construir.
Por igual
El presidente de la Cámara de la Construcción aseveró que la escasez de cemento y cabillas, afecta por igual tanto al sector privado como al oficial, ya que no permite el avance de los planes gubernamentales como al Misión Vivienda.
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