Es creciente el interés por construir o darles condiciones de alojamiento a viviendas que reúnen las cualidades básicas para tal reconversión. Igual que los hoteleros, los dueños de posadas piden más seguridad.
La experiencia de Luis Arturo Rodríguez -contador público- en el manejo de posadas se remonta a 2009, cuando abrió la suya en el sector La Caranta de Pampatar, tras construirla con recursos propios y un crédito por 239 mil bolívares otorgado por el Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela (Bandes) y del cual, a estas alturas, debe 50%.
Junto a su grupo familiar de cinco personas, Rodríguez lleva la gerencia y mantenimiento. Considera que tal experiencia ha sido enriquecedora y más aún cuando el cliente regresa satisfecho por la atención que le prestan. Para las vacaciones escolares de julio-septiembre ya tiene reservaciones. Las recomendaciones “boca a boca” funcionan, más allá de cualquier medio publicitario, afirma.
Cuando es temporada baja reduce a la mitad las tarifas a manera de garantizar su ocupación. Indica que 450 bolívares diarios porque se alojen seis personas termina siendo un precio irrisorio. “Es lo que cuesta sentarse a comer solamente un almuerzo”, ejemplificó Rodríguez.
-¿Qué debilidades y fortalezas observa en el turismo insular?
-Entre el uno y el 10, la debilidad mayor y el problema de más puntuación es la inseguridad. Sin seguridad poco avanzaremos.
En el caso específico de La Caranta, agrega la debilidad del servicio de agua potable porque si bien llega tres veces a la semana, cuando es mucha la presión, las viejas tuberías se rompen. Afirma que la Alcaldía de Maneiro e Hidrocaribe deben ir pensando en sustituirla con un material más resistente.
En Margarita también observa deficiencia en materia vial, “sobre todo en pueblos y calles por donde no pasa la reina… ni el rey”, que requieren bacheo y repavimentación. Otra debilidad insular es la falta de ornato y paisajismo.
En positivo, como fortaleza, encuentra la calidez de la gente y los recursos naturales que aún hay en la Isla.
Receptoras del turismo
El director de Servicios Turísticos de Corpotur, Jorge Valerio, opinó que las posadas son una buena alternativa para quienes buscan alojamientos a precios módicos. Ofrecen diferentes tarifas y algunas ceden espacios hasta para ocho personas por un precio global, lo cual sale más económico que pagar habitación por persona en los hoteles.
Algunas posadas disponen de cocinas y neveras para que las familias cocinen allí y otras tienen áreas comunes externas donde se turnan y preparan sus alimentos.
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