El escritorio de la
oficina, la playa desierta, la piscina, el mar, el baño de un local, un árbol. Qué
lugares más eróticos para incursionar al límite con tu pareja, sitios
donde con sólo pensar tener sexo se trasforma en una excitante y
perturbadora aventura que no hayas la hora de realizar.
Pero, la fantasía muchas veces es sólo eso. Chequea algunos datos que pueden servirte de ayuda en las ocasiones que la cruda realidad se haga presente y no quieras poner fin a lo que empezaste.
1. Trabajo XXX.
Oficina vacía, guardias
alejados y la posibilidad de dejarte llevar por tus pasiones sobre el
escritorio. Todo bien, todo hot, todo excitación hasta que las puntas de los
lápices, corcheteras, mouse comienzan a entrar en el juego sin que nadie los
haya invitado.
2. Arena y sol.
2. Arena y sol.
Tal como la antigua canción
de Marta Sánchez, la arena, el sol y el mar azul son una imagen tan paradisíaca
como afrodisíaca, una postal precisa para jugar con los lugares más recónditos
de tu cuerpo, pero que la arena y una que otra pulga de mar también lleguen a
ellos, claramente no es lo mismo. Y si a eso le sumamos una insolación, la
fotito ya no se hace tan apetecible.
3. Para nadar en pasión.
3. Para nadar en pasión.
La piscina, el mar y el
jacuzzi invitan no sólo a refrescarte sino también a acalorarte bajo sus aguas.
Y quién no ha chapoteado en ellas, dándoselas de tritón o sirena. Pero ojo, el
agua tal como hace subir las revoluciones, las puede hacer bajar. ¿Por qué? ya
que ella se lleva consigo toda la lubricación natural y, por tanto, el roce no
se hace tan apetecible como lo pensaste. Solución: pues un lubricante a prueba
de agua y todos tus sueños se harán realidad. Otra opción es hacerlo, cuidando
que tus partes íntimas no toquen el agua, así puedes apoyarte en un escalón (si
es una piscina) o dejar que el agua sólo te acaricie el cuerpo y no
introducirte en ella.
4. Como gatos en el árbol.
Totalmente hot es desatar
toda la pasión dentro de un bosque o plaza y utilizar a los árboles como apoyo,
al más estilo Adán y Eva. Nadie discute que es una muralla natural que sin duda
te ayudará en realizar varias posiciones. Solo una cosa
ten
en cuenta que no es una pared. Ya que mientras más rato estés en ellos apoyada
y más desenfrenados sean los movimientos, las consecuencias físicas en tu parte
trasera se harán notar. En unos cuantos minutos los moretones y rasguños
aparecerán en la zona del cuerpo que has topado justo con el tronco y el dolor
aparecerá. Un buen tip es ponerse una chaqueta gruesa o simplemente disminuir
el tiempo que ocupas los árboles como apoyo y pasar a otra zona.
5. Un sanitario sexy por favor.
5. Un sanitario sexy por favor.
Cuantas películas y series
televisivas no han incurrido en el fetiche del baño público para tener un sexo
ardiente. Y todo se ve bien, pero la realidad es muy distinta. Pues la mayoría
de los sanitarios locales en los que podrías hacer esto -sin producir un
escándalo de proporciones- siempre están llenos, sucios y malolientes, ni decir
cuántas infecciones andan rondando por sus paredes y artefactos. Sin duda, un
verdadero balde de agua fría hasta para la más avezada de las parejas. Para
hacerlo, la única opción es recurrir al más rápido de los "rapiditos"
y salir raudo de ellos.
6. De película.
Un cine no se compara con
otro lugar. No sólo por la adrenalina que se siente al saber que hay muchas
otras personas que podrían estar haciendo lo mismo que tú, y no es precisamente
viendo la película. Luces apagadas, cámara y acción son las palabras adecuadas
para propiciar el mejor encuentro sexual, aunque algo incómodo, en la sala de
un cine que proyecta un largometraje en la pantalla, pero otro desde la butaca.
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