Personal de la Gobernación del estado del estado Nueva Esparta hizo efectiva la decisión de remover los instrumentos de control de velocidad colocados en esa importante artería vial. Habitantes de la zona aplauden el inicio de la ruta corta hasta la entrada de La Isleta.
Se cumplió el acuerdo y esta semana desmontaron los reductores de velocidad ubicados en ambos sentidos de la avenida Juan Bautista Arismendi, a la entrada de La Isleta, municipio García.
Esta acción se logró mediante consenso entre transportistas, voceros de consejos comunales y representantes de la Gobernación del estado Nueva Esparta, en reunión efectuada hace una semana.
Las partes se enfrascaron en un dilema que no vislumbraba acuerdos sobre la permanencia temporal de los instrumentos de control de velocidad en la transitada avenida.
Habitantes exigen la construcción de una pasarela, como una de las opciones más factibles para resolver la situación. Mientras, los transportistas criticaron que estas negociaciones debieron efectuarse con anterioridad y prever planes alternos para evitar la congestión vehicular que reinó en la zona por semanas.
Vaché Rodríguez, director de Infraestructura regional, indicó que los reductores se implementaron por petición de los habitantes de la zona como medida provisional para evitar los accidentes.
Rodríguez expresó que la medida preventiva alcanzó parte de las demandas de los habitantes y los transportistas que se quejaban por la utilidad de este recurso.
Indicó que “el pacto era simple: si los transportistas aseguraban una ruta corta hasta la entrada de La Isleta, los reductores serían removidos. Todos ganan mientras se establece una solución permanente a la comunidad”.
También señaló que los reductores de velocidad fueron reubicados en el hombrillo para evitar que esta zona de asistencia sea utilizada en adelantar a otros vehículos.
Solución
En realidad el único recurso es la construcción de una pasarela y la incluirán en el presupuesto 2013.
Yexis Millán, vocera del Consejo Comunal de calle El Carmen, comentó que el inicio de la ruta corta es el primer paso de una solución definitiva y que la comunidad estará vigilante hasta que inicie la construcción de la pasarela, por la ocurrencia de accidentes.
Nélida Suárez, habitante de la zona, confesó que siente temor cada vez que sus hijos salen a la escuela o a comprar cualquier cosa y no sabe si regresarán luego de cruzar la avenida.
Suárez explicó que su vecina perdió un hermano y un hijo a causa de los accidentes en esa arteria vial y que la pasarela podría disminuir el número de pérdidas humanas por exceso de velocidad.
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