El mundo magnificado por
una cámara incluso 500 veces revela seres con feroces mandíbulas, la auténtica
forma de las hojas de hierba o la belleza laberíntica de un microchip
Existe un mundo ante
nuestros ojos que permanece invisible hasta que un microscopio lo revela en
todo su esplendor. Entonces no podemos menos que sorprendernos ante criaturas
que parecen sacadas de una película de ciencia ficción, materiales con el
aspecto de vanguardistas obras de arte o vegetales que son todo menos sencillos
o vulgares. La última edición del concurso de fotografía Small
World de Nikon, fallada hace solo unos días, ha elegido las mejores microimágenes de 2011 que
descubren toda esa belleza oculta y suponen una contribución científica de
importancia crítica para las ciencias de la vida, la investigación biológica y
la ciencia de los materiales.
La fotografía ganadora es
una larva de crisopa verde,
una imagen tomada por Igor Siwanowicz, del Instituto Max Planck de Neurología
en Martinsried (Alemania). Magnificada 20 veces, la diminuta criatura es un ser
con feroces mandíbulas y peligroso aspecto. Otras imágenes muestran el cuerpo
transparente de una simpática pulga de agua, hojas de hierba vistas 200 veces
más grandes o la superficie de un microchip ampliada 500 veces, con el aspecto
de un intrincado laberinto. Echar un vistazo a las fotos merece la pena.
Puedes disfrutar
aquí de las mejores imágenes del concurso Small World de Nikon.
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