La sanción de dos partidos impuesta al entrenador del Real Madrid, José Mourinho, por meter el dedo en el ojo al entonces asistente del Barcelona Tito Vilanova ha sido eliminada como parte de una amnistía general, anunció el martes la Federación Española de Fútbol
(RFEF).
La decisión, anunciada en la asamblea general de la RFEF celebrada en Madrid, plantea la posibilidad de un enfrentamiento entre la federación y el Barça, cuyo presidente Sandro Rosell dijo el mes pasado que no permitiría que la agresión de Mourinho quedase impune.
El temperamental portugués fue castigado después de atacar desde atrás a Vilanova, que luego se hizo cargo del primer equipo sustituyendo a Pep Guardiola, durante un partido de la Supercopa la pasada temporada.
La sanción, aplicable solo en ese torneo, fue revocada por el presidente de la federación, Ángel María Villar, que tradicionalmente exonera a algunos jugadores y entrenadores después de sellar su reelección. En febrero fue elegido, sin oposición, para su séptimo mandato de cuatro años.
"Quedan sin efecto las sanciones consistentes en hasta cuatro partidos y de clausura de instalaciones hasta dos encuentros", dijo la RFEF.
Esto supone que la expulsión de Vilanova de un partido por reaccionar a la agresión de Mourinho quedó también sin efecto.
Ambos podrán sentarse en el banquillo cuando el campeón de Liga, el Madrid, y el de la Copa del Rey, Barcelona, se enfrenten el próximo mes en la Supercopa 2012, el torneo a dos partidos que da el pistoletazo de salida a la temporada.
Rosell sugirió el mes pasado que rebatiría cualquier decisión para exculpar a Mourinho.
"No aceptamos que esa agresión contra nuestro entrenador no sea castigada", dijo Rosell. "Si esto pasa, hablaremos con quien corresponda, no dejaremos que queda impune".
(RFEF).
La decisión, anunciada en la asamblea general de la RFEF celebrada en Madrid, plantea la posibilidad de un enfrentamiento entre la federación y el Barça, cuyo presidente Sandro Rosell dijo el mes pasado que no permitiría que la agresión de Mourinho quedase impune.
El temperamental portugués fue castigado después de atacar desde atrás a Vilanova, que luego se hizo cargo del primer equipo sustituyendo a Pep Guardiola, durante un partido de la Supercopa la pasada temporada.
La sanción, aplicable solo en ese torneo, fue revocada por el presidente de la federación, Ángel María Villar, que tradicionalmente exonera a algunos jugadores y entrenadores después de sellar su reelección. En febrero fue elegido, sin oposición, para su séptimo mandato de cuatro años.
"Quedan sin efecto las sanciones consistentes en hasta cuatro partidos y de clausura de instalaciones hasta dos encuentros", dijo la RFEF.
Esto supone que la expulsión de Vilanova de un partido por reaccionar a la agresión de Mourinho quedó también sin efecto.
Ambos podrán sentarse en el banquillo cuando el campeón de Liga, el Madrid, y el de la Copa del Rey, Barcelona, se enfrenten el próximo mes en la Supercopa 2012, el torneo a dos partidos que da el pistoletazo de salida a la temporada.
Rosell sugirió el mes pasado que rebatiría cualquier decisión para exculpar a Mourinho.
"No aceptamos que esa agresión contra nuestro entrenador no sea castigada", dijo Rosell. "Si esto pasa, hablaremos con quien corresponda, no dejaremos que queda impune".
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